Con frecuencia se confunden los conceptos de “jefe” y “líder”. Una concepción equivocada de lo que significa el liderazgo empresarial suele ser fruto precisamente de esta confusión.
No todos los jefes se comportan como líderes empresariales. Y a veces, empleados que no son jefes pueden mostrar los atributos y características de un líder.
Si queremos que nuestra empresa sea un ejemplo de buen rendimiento, organización y claridad en la toma de decisiones, necesitamos un liderazgo eficiente y que sepa conjugar las responsabilidades de un jefe con la visión, inteligencia, empatía y capacidad de entusiasmo de un líder.
¿Qué es un jefe y por qué no todos los jefes son líderes empresariales?
En las empresas (y en cualquier organización), siempre hay alguien al frente. Una persona que desempeña la máxima autoridad. Alguien que lleva el mando. Cuanto más jerárquica es la organización, mayor peso tiene esta persona en la toma de decisiones.
Este jefe no necesariamente desempeña ese papel por su carisma, o por tener las cualidades de un líder.
Puede ser, según la clasificación de liderazgo de Max Weber, simplemente un “líder legal”, que desempeña ese trabajo por que se le ha elegido para ello. También puede ser un “tradicional”, alguien que ha heredado la empresa de sus familiares, pero que nunca ha desempeñado una función de liderazgo en la organización.
No todos los líderes tienen que ser necesariamente líderes carismáticos por naturaleza para ser líderes empresariales. Los atributos de un líder se pueden aprender. Pero lo que es evidente es que no todos los jefes son líderes y ejercen el liderazgo empresarial que exigen las organizaciones actuales.
Los jefes no son líderes cuando no reflejan las características de un líder, sino que manifiestan más bien las deficiencias en su gestión de la autoridad y la dirección de personas y organizaciones.
Por este motivo, uno de los grandes aprendizajes, dentro de las competencias empresariales, que tiene que adquirir cualquier Gerente o Director Ejecutivo son las dotes de liderazgo. No obstante, conviene tener en cuenta que las empresas modernas tienen una organización más horizontal y menos jerarquizada, por lo que muchos directores de departamento e incluso cuadros medios también necesitan tener cualidades de liderazgo.
¿Cuáles son los atributos de un líder empresarial?
Actualmente, se espera de un jefe que sea también un líder empresarial. No basta con tener la autoridad; hay que saber ejercerla de manera inteligente, conduciendo a tu plantilla de trabajadores para lograr los objetivos de la empresa al mismo tiempo que cada uno de los miembros de ésta se siente motivado para dar lo mejor de sí mismo.
El líder de una empresa refleja una serie de rasgos y atributos a través de sus comportamientos. No todos los jefes tienen estas características, pero pueden aprenderlas a través de la formación adecuada.
1. Visión
El líder sabe a dónde va, cuáles son los objetivos de la empresa, qué es lo que queremos conseguir. Las personas que no ejercen liderazgo pueden sentirse perdidos o confundidos ante las dificultades en muchas ocasiones.
El buen liderazgo se manifiesta cuando no perdemos el foco, porque sabemos lo que hacemos y por qué lo hacemos.
2. Alta capacidad de comunicación
La única manera de que el líder pueda comunicar su visión empresarial a un trabajador es tener unas altas dotes comunicativas.
La comunicación en las organizaciones debe llevarse a cabo de manera eficiente y honesta, con una gran capacidad de escucha y, al mismo tiempo, eficacia a la hora de exponer objetivos.
3. Capacidad analítica
El liderazgo en las empresas no es sólo una cuestión de palabras, sino también de capacidad de razonamiento analítico.
Para poder tomar decisiones, hay que aprender primero a analizar las variables de cualquier situación, observar patrones e identificar soluciones a los problemas.
4. Resolución
El líder es quien gobierna la nave y debe tener la visión empresarial necesaria para transmitir a todo el grupo de trabadores un mismo objetivo, un mismo entusiasmo, una acción coordinada.
Es una persona con una extraordinaria capacidad de tomar decisiones, imprescindible para no caer en la “parálisis por análisis”. Los líderes son resolutivos, ya que con frecuencia tienen que hacer frente a la resolución de situaciones o problemas que para otros pueden ser motivo suficiente para tirar la toalla.
5. Autoconfianza
El liderazgo empresarial se muestra también a través de la autoconfianza. El líder tiene una alta autoestima, muestra asertividad a la hora de comunicar sus ideas y no titubea ni va haciendo cambios de manera constante.
No todos los jefes de empresas tienen este grado de confianza en sí mismos. Con frecuencia, en las situaciones de crisis, un jefe que no reúne las características de un verdadero líder tiende a eludir responsabilidades o atribuir a causas externas los errores que haya podido cometer.
6. Empatía
Un liderazgo eficaz no se manifiesta sólo a través de nuestra capacidad resolutiva. El líder es también honesto, está dispuesto a reconocer los errores, está abierto a escuchar a otros.
Una de las grandes diferencias entre un jefe autoritario y un líder es que el jefe autoritario no acepta cuando le dicen que está cometiendo un error. Trata de reafirmar su autoridad imponiendo su visión, aunque no tenga argumentos para mantenerla, lo que puede dar lugar a consecuencias negativas para la empresa y a un mal clima laboral.
Cómo pasar de ser un jefe a secas a ser un líder
Muchos jefes quisieran ser líderes, pero son conscientes de que necesitan aprender. El liderazgo no es sencillo y requiere un aprendizaje constante.
Lo importante es tener claro que se puede aprender a ser un líder, y que no necesariamente tienes que ocupar el puesto más alto de una jerarquía para ejercer el liderazgo. Puedes y debes ejercer el liderazgo también dentro de tu departamento.
A través de la práctica, podemos ser conscientes de los errores que cometemos como jefes y aprender liderazgo, logrando así desarrollar en nosotros la capacidad desempeñar un liderazgo eficaz que ayude a tu empresa a lograr el éxito, trabajando todos en la misma dirección y con una visión clara y confiada en el futuro.
Fuente: mbaonline